La fotografía es el arte atra vez de un lente de cámara…

martes, 1 de octubre de 2013

Hay locuras

Hay locuras para la esperanza, 
hay locuras también de dolor, 
y hay locuras de allá donde el cuerdo no alcanza, 
locuras de otro color. 

Hay locuras que son poesía, 
hay locuras de un raro lugar, 
hay locuras sin nombre, sin fecha, sin cura, 
que no vale la pena curar. 

Hay locuras que son la locura:
personales locuras de dos.
Hay locuras que imprimen dulces quemaduras,
locura de Diosa y de Dios.

Hay locuras que hicieron el día,
hay locuras que están por venir,
hay locuras tan vivas, tan sanas, tan puras,
que una de ellas será mi morir.


Fuente: Poema Extraído de una pagina web. 

El tiempo

''El tiempo, el tiempo pasa lentamente, se entre corta más rápido que de costumbre ya no hay por que temer le al tiempo, ya casi ni se nota que pasa o más bien pasa muy rápido como un asteroide que llega al lugar indicado sin avisar, solo para destruir todo lo que el espíritu humano ha construido.''

lunes, 23 de septiembre de 2013

Café para dos













Café para dos: 

Es increíble como unas tazas de café pueden unir a las personas, con sólo un sorbo, unas cuantas gotas y azúcar…Es casi imposible que esto pueda unir.

Es así como somos, con nuestros gustos tan simples nos complementan, hayamos nuestros sentimientos en un fondo oscuro, que a veces tratamos de aclarar, pero no por nuestro bien sino por vergüenza como te verán los demás, pero todo esto no importa en esos minutos en que nos encontramos, sentados uno frente al otro, con un par de tazas de café, una botella de leche, un poco de azúcar y miles de emociones están fluyendo en nuestro pequeño y privado ecosistema imaginario donde sólo existimos tú, yo y nuestro café...

Créditos:  Maité Minyety

jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Y si te escribo un poema?

¿Y si te escribo un poema? 
¿Me querrías más o me querrías menos? 

¿Y si te escribo una hermosa prosa? 
¿Has de entenderme o has de juzgarme? 

¿Y si le escribo algo tan hermoso como usted lo es? 
¿Dirías que estoy loco o que estoy cuerdo? 

¿Y si te explico lo que pasó? 
¿Me darías loco por vos o loco por mi mismo? 

¿Y si yo le quiero hasta ''El más allá''?
—¿Me me quisiese como yo le quiero o menos de lo que espero? 
(Ajeno a esto, espero que sea la primera opción.)

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Del Amor y otros Demonios, Gabriel García Marquez

... El marqués decidió que no habría una cruz por pesada que fuera que no estuviera 
resuelto a cargar. 
De modo que la niña moriría en su casa. El médico lo premió con una mirada que 
más parecía de lástima que de respeto. 
«No podía esperarse menos grandeza de su parte, señor», le dijo. «y no dudo de que 
su alma tendrá el temple para soportarlo».

Insistió una vez más en que el pronóstico no era alarmante. La herida estaba lejos del 
área de mayor riesgo y nadie recordaba que hubiera sangrado. Lo más probable era 
que Sierva María no contrajera la rabia. 
«¿y mientras tanto?», preguntó el marqués. 
«Mientras tanto», dijo Abrenuncio, «tóquenle música, llenen la casa de flores, hagan 
cantar los pájaros, llévenla a ver los atardeceres en el mar, denle todo lo que pueda 
hacerla feliz». Se despidió con un voleo del sombrero en el aire y la sentencia latina 
de rigor. Pero esta vez la tradujo en honor del marqués: «No hay medicina que cure 
lo que no cura la felicidad».

(Pasaje del Capitulo 1, pagina 19)

lunes, 9 de septiembre de 2013

Entre una espada y otra espada

Estoy entre una espada y otra espada, porque
si estuviese entre la espada y la pared,
fuera más sencillo recostarme y estar en paz 
con mi alma.

Estoy entre el filo de dos espadas tan pulsante,
como este temor que yace en mi alma. 
Tan pulsante, como el dolor que sufre mi otro yo.

Estoy entre dos espadas con hojas tan afiladas y cor-
tante, como los ojos de una mujer prepotente, ego-
céntrica y muy atractiva, pero en mi caso no es atractivo. 

sábado, 31 de agosto de 2013

En tus labios

''En tus labios dejo las huellas de mis besos,
en mis labios yacen tus más cálidos roces.
En tu regazo descansan mis abrazos,
en mi regazo descansan tus brazos
y de ahí no quiero que te alarmen jamás...''





viernes, 23 de agosto de 2013

Comparte conmigo —Pensamiento—




Comparte conmigo el frío de las noches tan sombrías como mi propia sombra.
Comparte conmigo el café de cada mañana, de cada tarde, de cada insomnio.
Comparte conmigo el sonido de mi guitarra, cada cuerda que rozan mis dedos.
Comparte conmigo cada tropiezo, cada triunfo, cada lección aprendida por gol-
pes que ofrece la vida.

Comparte conmigo cada canción aprendida, con ansias de cantarla y aprenderla.
Comparte conmigo cada oración, cada misa, cada viaje espiritual hacia Dios.
Comparte conmigo cada miedo de perderte y de tu perderme a mi, de perdernos.
Comparte conmigo cada botella de vino.


sábado, 17 de agosto de 2013

Poema —Soneto— del libro: La Fuerza de Sheccid.












              
QUIERO SER EN TU VIDA


Quiero ser en tu vida algo más que un instante,
algo más que una sombra y algo más que un afán.

Quiero ser en ti mismo una huella imborrable
y un recuerdo constante y una sola verdad.

Palpitar en tus rezos con temor de abandono.

Ser en todo y por todo complemento de ti.

Una sed infinita de caricias y besos,
pero no una costumbre de estar cerca de ti.

Quiero ser en tu vida una pena de ausencia
y un dolor de distancia y una eterna amistad
algo más que una imagen y algo más que el ensueño
que venciendo caminos llega pasa y se va...

Ser el llanto en tus ojos y en tus labios la risa, ser el fin y
el principio la tiniebla y la luz y la tierra y el cielo... y la
vida y la muerte.

Ser igual que en mi vida has venido a ser tu...

Autor del poema: Martín Galas.
Autor del libro: Carlos Cuauhtémoc Sánchez (Mexicano)

sábado, 3 de agosto de 2013

Carta para ella y su implacable sonrisa.

                                                                                 Desde muy dentro de mí, mi corazón.
                                                                                 Fecha: Actualmente loco por usted.
Para: Usted y su hermosa sonrisa.
Dirección: Espero que por lo menos llegue a su corazón.

Querida dama:

Déjeme decirle que tiene usted la sonrisa más bella que he visto en mi corta vida.
¿Y si tan solo usted me mirara con los ojos del alma, del corazón y no con los que tiene? (Que por cierto también son hermosos).

Permita me contarle que sonrío cuando usted sonríe, que la  miro mientras usted mira, ya sea a mí o a cualquier alrededor que esté entre nosotros cuando estamos juntos. Que el tiempo que paso a su lado es hermoso, tierno, encantador, estremecedor y en ocasiones un poco odioso. Que admiro su forma de expresarse, de decir las cosas como las piensa, sin miedo a nadie, la seguridad que expresa al declamar es entendedora y aunque usted no me mire con los ojos del interior, yo a usted le quiero con el sentimiento del alma.

Su sonrisa, su hermosa y cálida sonrisa, es como un aurora potente la cual rompe cristales al salir, mas en vez de su sonrisa salir, ella se descubre de sus hermosos labios cuando algo le causa gracia y a mi no me queda más nada que sentir como su sonrisa invade sentimientos en mí, como aumenta mis ganas de besarle cuando estamos juntos. Al igual que Bob Marley yo también pienso que la curva más atractiva que tiene es su sonrisa y en caso de que aún no me mire con los ojos del corazón, se pierde de mis más épicos poemas y mis más suave besos y yo de los suyos. Con todo el respeto que se merece hay cosas que no se pueden ocultar, lo que siento por usted por ejemplo.

Atentamente: Anónimo.

jueves, 1 de agosto de 2013

Te lo voy a decir bajito. —Texto—

"Te lo voy a decir bajito, muy quedito al oído. Para que solo lo escuche tu corazón, para inundar con mi voz tu espacio interior, para que recorra mi sonido cada arteria, cada vena. Que hermoso es amarte, tu risa, tu voz, tu incesante melancolía. Te lo voy a decir bajito para que nadie te robe lo que siento, lo que pienso, lo que digo. “Te Amo" y te lo digo despacio, suave, como si te recitara un poema largo y bonito. “Te Amo" a voz bajita y latidos fuertes, “te amo" de quédate hoy no te vayas, de encontrarle figuras a las nubes. “Te Amo" de ti, de mi, de ausencias…"

- Mirándola con otros ojos. Mercedes Reyes Arteaga

—Texto extraído de Acción Poética Colombia (estado de Facebook)

sábado, 27 de julio de 2013

Yo he de quererte —Poema Pareado—

Princesa, yo he de quererte toda la vida si tú me lo permitieras
porque yo te permitiría quererme toda la vida si quisieras
porque si tú has de quererme yo te querré el doble.

Quiero quererte en mi utopía, quiero quererte en mi mundo
o en el tuyo. Yo no se si tú me quisieras querer en uno de
estos mundos, mas yo he te quererte en tu cielo o en mi infierno.

— Inspirado en una persona que cuyo amor, tal vez no me pertenece ni nunca me pertenecerá.

domingo, 14 de julio de 2013

Avelino Stanley - Por que no he de llorar —Novela— (Fragmento)

Nuris:

¿Qué otra cosa es la vida, más que una breve estadía en este mundo? Esa existencia, aunque no lo aceptemos, transita por el estrecho sendero con la desdicha a ambos lados y con final ineludible, la muerte, que llega tarde o temprano, segura de si misma, sin risa y sin llantos. Constantemente, mientras avanzamos, nos aferramos al triunfo sin siquiera distinguir que justo al lado, en otro borde está la posibilidad de sucumbir. Se trata de una frontera tan imperceptible que por eso es sumamente difícil de tomar el sendero de la dicha o la desdicha. Incluso, a veces hay fuerzas naturales o sobrenaturales que nos empujan hacia uno de los dos lados. Pero lo mas amargo es que en ocasiones somos nosotros mismos, con plena conciencia, quienes tomamos la decisión. Y luego, cuando nos damos cuenta de cuán equivocado era el camino, ya es demasiado tarde. Entonces lo único que podemos hacer es lamentarnos. Soy el resultado del camino que he tomado. Por eso, aunque no se si se trata de los demás o correcto, me lanzare en los brazos de ese otro mundo inhumano y brutal; el que solo predica el individualismo. El tiempo, ya sobre la postrimería de esta breve vida, podría decir que era lo correcto. Me iré contigo a Nueva York.

    Te quiere, 
            Pablo Sosa

Capitulo 8, Pag: 34

lunes, 6 de mayo de 2013

Amor a primeros conocimientos

El teléfono estaba sonando (muy raro por que casi nunca suena), me levanté, lo contesté y era mi amigo Bryan, estaba recién llegado al país luego de vivir mucho tiempo en el extranjero.Tras pasar malas experiencias aquí  por conflictos familiares, amistosos, sociales, laborales, en fin mi amigo era un total caos.

—¡¿Qué tal Daniel, querido amigo?! ¿Cómo has estado? —Me dijo—.  
¿Bryan?, que gran sorpresa querido amigo, cuanto tiempo... Yo he estado bien. -Le contesté ¿Y tú? ¿Cómo la has pasado en Nueva York? — Le pregunté.
—Nada, todo bien por allá, te he llamado para decirte que tendré una fiesta con mis viejos amigos de toda la vida, los que han estado ahí en las buenas y en las malas. Y bueno, quiero que vayas,  ¿Qué dices? — Dijo. 
Bueno... no sé, ¿Para cuándo es? —Pregunté.
—La tengo planeada para el viernes en la noche. 
—Bueno, esos días casi no hay trabajo. —Si— le contesté- Iré.
—Bueno... Entonces te dejo, todavía me faltan personas por llamar, te espero aquí a las 7.00. 
—Ok Bryan, hablamos el viernes. Le dije.

Ese día era lunes en la tarde y no me quedaba más que esperar el viernes en la noche, así que fui a comprar algo para llevar a la fiesta. Compré varias botellas de vino, champagne, whisky, vodka y picaderas, las guardé todas en mi bar personalizado y las picaderas en el refrigerador. 

—¡Hey Bryan! —Le dije dándole un fuerte abrazo.— Me disculpé por llegar un poco tarde a la fiesta ya que era a las 7.00 y llegué a las 8.30, había un pequeño inconveniente en una de las avenidas principales. 
—¿Cómo estas Daniel? ven pasa —Me dijo.
—En el baúl de mi auto hay cosas que traje para la fiesta, si quieres lo vamos a buscar... O mandas a alguien. — Le dije con un gesto de agrado.

Luego de ir a buscar las cosas a mi auto hablamos un poco de todo, lo que le había pasado antes y después de irse del país, me contó muchas cosas, como pudo salir de las drogas y arreglarse con su familia y ahora con sus amistades.

—Como ya todos saben los he invitado aquí para darle una disculpa a todos por mi mal comportamiento estos últimos años en lo que estuve en  este país. —Comentó Bryan, con mucha tristeza.
Todos aquí han sufrido por mi comportamiento en las drogas y alcoholismo,  quiero pedir sinceras disculpas a todos y espero que algún día me puedan perdonar. —Nos dijo a todos.

Luego de un breve discurso de disculpa lo noté un poco extraño como si algo faltaba, moviéndose de lado a lado, de aquí para allá... Me pareció que estaba esperando a alguien. Era como si alguna ficha del ajedrez faltara, tal vez no haya sido la más importante pero para él evidentemente si lo era, por lo preocupado que estaba.

—Bryan, ¿Qué pasa? —le pregunté— te noto un poco preocupado. 
—No amigo no pasa nada. —Me respondió.— Solo estoy esperando a alguien que quedó de venir pero no ha venido y ya casi se acaba la fiesta. 

Y así mismo la fiesta se acabó y no llegó el invitado o la invitada que tanto él esperaba... Todos se fueron y yo me quede para organizar y preocupado por mi amigo, lo noté muy preocupado.

—¿Y quién es el o la invitada que tanto esperabas? —Le pregunté con curiosidad— (Me respondió con algo que nunca supe y que me causo mucho impacto).
—Estaba esperando a mi hermana menor... — Respondió con melancolía— Quedó de venir, pero como ya ves no vino y no coge su celular, está apagado. 
—¡¡¿Tienes una hermana?!! —Le pregunté asombrado.
—Si, es hija de mi papá con otra mujer, esa era unas de las tantas razones por la cual me refugiaba en las drogas y alcoholismo, no lograba superarlo, tanto tiempo de ver a mi familia feliz y de repente me doy cuenta que tengo una hermana de parte de mi papá que nunca nadie supe, siquiera él mismo sabía que tenía una hija con otra mujer. 
—Bueno... así es la vida, nos jode a todos, a uno mas que a otros pero causa el mismo efecto. —Le dije consolándolo—.

Luego de una breve charla suena su celular y por el gesto que puso era muy importante esa llamada, estaba contento pero a la vez preocupado.

—Daniel, acompáñame a buscar a mi hermana que sufrió un accidente en una de las avenidas principales. —Me dijo con mucho miedo y terror.
—Está bien— Le dije— Vamos, ¿pero ella se encuentra bien?
—Por suerte suerte si, no fue nada grave. Pero de igual forma hay que ir a buscarla, los médicos no quiere que se vaya sola. 

A través de un no tan largo trayecto hacia el hospital, mi amigo y yo fuimos hablando un poco más de nuestras vidas. Cosas amorosas, trabajos, problemas etc. 

Cuando llegamos fuimos directamente a recepción a preguntar por la paciente, pero ya ella estaba afuera esperándonos. 

—Querida hermana, ¿cómo estas? ¿No te pasó nada grave verdad?  —Le preguntó Bryan.
—Si, estoy bien, no me paso nada grave. — Respondió ella—.

Después de buscarla nos fuimos a la casa de Bryan y conversamos un poco en el auto los 3. 

De camino a casa en mi auto me puse a meditar sobre la chica la cual era muy bonita, estaba un poco golpeada por el accidente y un poco débil pero muy hermosa. Luego de llegar a mi apartamento tarde de la noche me dormí sin pensarlo y sin darme cuenta.  

Esta vez no suena el teléfono sino mi celular, era Bryan para preguntarme que iba hacer hoy en la tarde.

—Amigo soy yo, Brayan, quería preguntarte si ¿harás algo hoy sábado? 
—No, creo que no haré nada hoy, por que? —Le respondí
—Quiero invitarte a compartir un rato más conmigo y mi hermana, como no la conoces y fuiste el único que se quedó en la fiesta y me ayudó a buscarla... 
—Hmm, esta bien, iré. 
—Es hoy a las 5 de la tarde— Me comentó. 
—Está bien estoy allá a esa hora.

Cuando llego a la casa de Bryan toqué el timbre y ella me abrió la puerta,  estaba muy hermosa por tanto no aguanté y se lo dije aún sin saludar ni conocerla, no sé que me pasó. 

Luego de reaccionar frente a sorprendente chica, la observé de arriba a abajo, estaba vestida casualmente tan sencilla que no  parecía nada del otro mundo pero para mi si lo era, me fascinan las chicas vestida sencillamente.

Ven, Daniel, pasa. Y gracias por el alago —Me dijo—. 
Pasé, me senté y ahí estaba Bryan el cual  me estrechó la mano con un cálido abrazo. 
—¿Qué hay de nuevo? —Me preguntó. 
—Nada lo mismo de siempre, lidiando con la vida.

Él había pedido un servicio de comida a domicilio y aún no llegaba y  pues el decidió ir  a comprar él mismo lo que íbamos a comer esa noche.

—No hay ningún problema al dejarlos aquí a los dos, ¿Cierto? —Preguntó—. 
Los dos contestamos que no y nos quedamos a conocernos un poco más los 2 solos. 
—Y... ¿Cuál es tu nombre? —Le pregunté a ella con gesto de ''¿Y ahora qué?'' 
Aura.— Dijo.

Le dije que su nombre era muy bonito y le sugerí platicar un poco en lo que su hermano llegaba con la cena. Y ella me dijo que no había problema con eso y que estaba aburrida, aproveché ese momento de intimidad para preguntarle sobre el extraño caso familiar...

—¿Hace cuánto te diste cuenta que tu padre tenia una familia y tenías hermanos?  Pregunté con un poco de vergüenza.  
Me di cuenta hace más o menos un año y medio, cuando mi mamá me reveló que quien yo creía que era mi padre no lo era, tras una fuerte discusión.

Después de charlar por un largo rato sobre ese caso familiar y algunas y otras cosas más, sobre que le gustaba hacer los días libres, sus momentos de tristeza, alegría,  si le gustaba viajar, quedarse en casa durante las vacaciones etc...  Fui conociéndola más a fondo no como una chica extremadamente bella sino también como gran ser humano a pesar de sus 20 y tantos años, un ser humano sufriendo desde pequeña porque nunca conoció a su verdadero padre, aún así ella ya sabía la verdad me confesó durante la charla, porque no se parecía en nada a su padre de crianza.

Así fue como me fue gustando más su rara vida, me cautivaba, éramos totalmente diferentes... A ella le gustaba salir a todos tipos de lugares,  a mí también pero no todo el tiempo, a ella le gustaba la música pop, a mí me gustaba el rock, a ella le gustaban los tragos sociales, yo solo tomaba cuando estaba mal de ánimos, ella odiaba el cigarrillo, yo lo amaba por que me tranquilizaba en mis momentos difíciles, ella era una chica totalmente aferrada a Dios, yo visitaba la iglesia en ocasiones por mi falta de tiempo. 

Al pasar una noche tan agradable con mi amigo Bryan y su hermana Aura, volví a casa más cautivado de esa chica de lo que podía estar de cualquier otra, conocía muchas chicas pero ningunas llenaban mis expectativas como Aura, y fue por eso que me quedé con ganas de saber más de ella, así que la llamé a casa de su hermano y la invité a salir, le pregunté que cuando podía.

—Hola, te estoy llamando para invitarte a salir un rato, ¿Puedes? 
—Si, creo que puedo, depende para que día sea. —Me contestó

Acordamos que sería para el penúltimo sábado del mes viniente, mientras tanto solo hablaba con ella por las redes sociales. En todo ese tiempo (faltaba más de mes y medio) solo estuve pensando en ella, su bello rostro, su forma tan particular de pensar y superar las cosas, su forma tan creativa de ver el mundo, su forma de divertirse con sus amistades, conocidos y allegados a su vida. Las horas se hacían cortas y los días largos, algo de otro mundo. Hubieron días en el que no podía hablar con ella por las redes sociales por mi falta de tiempo, ella sabía ese problema y me comprendía,  esos días sentía como si algo me faltaba, como si me hubieran arrancado algo de adentro tan vital para mi, como si el sol no hubiese salido en la mañana con su aurora y se hubiera escondido en el atardecer con su crepúsculo, como si la luna no hubiera salido y las estrellas no se vieran... 

Pasado de las 7:30 levantándome para arreglarme para ir a trabajar, hallé un mensaje de ella en mi celular mediante la App Whatsapp, que decía lo siguiente: Te recuerdo que hoy en la noche es nuestra salida, por si acaso se te olvidó. 

—¿Cómo se me podía olvidar esa noche tan importante? — Comenté dentro de mi

Le dejé un mensaje diciéndole que a qué hora la puedo pasar a buscar, me dijo que la pasara a buscar a eso de las 7:00 y yo le dije que estaba bien a esa hora. 

—Toqué el timbre, Bryan me abrió. 
—Hey, Daniel, ¿Cómo estas? 
—Bien amigo ¿y tú? 
—Aquí organizando todo para irme del país, la semana que viene estoy devuelta en NY con toda mi familia. —Me comentó con un tono de tristeza—.

No lo creí pensé que él había venido para quedarse aquí, nunca me pasó por la cabeza que se iría otra vez.

—¿Y tu hermana se encuentra? —Le pregunté—. 
—Si, está en su habitación, van a salir ¿verdad?  

Fue imposible decirle que no, él ya lo sabía tal vez su hermana se lo dijo.

Llegando al restaurante, pedimos mesa para dos, había un gran ambiente, era noche de gala, música con violines, piano etc. ...Esa noche me parecía una gran oportunidad para decirle que me había enamorado de ella, pero no...Decidí mejor decirle que me gustaba.

Ya luego de haber comido una rica y deliciosa cena espectacular y de haber pagado nos quedamos a oír un poco de la música y a disfrutar un rico helado como postre. Le dije que estaba hermosa ya que no se lo pude decir antes y conversamos un poco de todo, de como le iba en el trabajo, como me iba a mi y demás, fue una noche inolvidable.

Luego de conversar una hermosa música rompió el silencio que había en la mesa para dos, la invité a bailar.

—¿Bailamos? —Le pregunté
—Es que no sé, no soy buena para bailar, en realidad no sé. 
—Bueno, si quieres hago el ridículo contigo y así los dos pasamos vergüenza en la pista —Le dije con un pequeño gesto de burla

Ella aceptó y bailamos, mientras bailábamos esa hermosa música, se me ocurrió decirle que ella me gustaba.

—Aura, tengo que decirte algo...Me gustas. —Le dije al oído.

Inmediatamente se acabó la música cuando le dije eso, es como si el destino así lo hubiese querido, no le comenté nada hasta que llegamos al auto.

—¿Y qué dices al respecto de lo que te dije en la pista de baile? —Le pregunté, mientras ponía en marcha el auto.
—Escucha Daniel, también me gustas pero no podemos tener nada ahora, acabo de salir de una relación y todavía mis heridas no cicatrizan.

Después de charlar sobre eso en el auto, la llevé a su casa y me fui para mi apartamento. Entrando a mi hogar me puse a pensar en lo que me había dicho: ''Mis heridas aún no cicatrizan''. Eso sonó como si el rompimiento entre ella y su ex fuera muy fuerte.

En la cama me puse a meditar y pensar y no sé como se me pudo haber olvidado esa clave, ese pequeño tornillo, esa leve y pequeña cosa en el juego del amor, la posible ruptura entre ella y algún chico del pasado.

Fue pasando el tiempo y mientras más la conocía y conocía sus conocimientos, más me enamoraba de ella, más se hacía vital para mi.

Luego de pasar tanto tiempo con ella, compartiendo con ella, se volvió una pieza importante para mí en esos momentos, se volvió la reina de mi ajedrez mas yo no el rey de mi propio juego de agilidad e inteligencia.

Un día en la mañana suena mi celular y era Bryan, para decirme que ya se iba a ir al extranjero.

—¿Qué hay de nuevo Daniel? —Me preguntó por celular.
—Nada nuevo amigo ¿Y tú? ¿Qué hay de nuevo?
—Me iré a NY la próxima semana, es algo nuevo pero muy triste. —Me dijo.

Después de hablar por varios minutos me dijo que tenia una fiesta de despedida en su casa el sábado, donde estarían todas las personas, familiares, amigos, conocidos, desconocidos. 

Llegado el sábado fui a su casa, estaba todo muy bonito, buena música, buena decoración, y sobre todo buena comida, lo saludé y le pregunté por su hermana.

—¿Qué tal Bryan?, ¿en qué están aquí? —Le pregunté.
—Estamos organizando, todavía faltan invitados. 
—Ah, que bien está quedando todo. ¿y tu hermana? —Le pregunté nuevamente pero con un poco de autoridad. 
—Está en su habitación —Me dijo.

Así que subí a su habitación, quería darle una sorpresa tenía mucho que no la veía y ella a mí. Y abrí la puerta y pensé que estaba cambiada pero no fue así estaba semi-desnuda en ropa interior bien sexy.

—¡¿Qué haces buen estúpido!? —Me preguntó con tal rabia que me quedé intacto observando su semi-desnudez por completo—. 
—No hago nada solo entré por accidente. —Le contesté.

Me miró con rabia y como si fuera el peor acosador del mundo, pero noté algo en su mirada tan ''rabiosa'', no estaba tan enojada como pensé, no sé como me di cuenta o si solo fue una mentira que yo mismo creí pero me acerqué a ella a suerte o a verdad y la besé con tal magnitud que nunca había besado a alguna chica. Ella siguió el juego o más bien siguió la pasión tan desgarrada que nos teníamos, tanto deseo que había entre nosotros, amor, sexo, de todo eso me di cuenta cuando  nos acariciamos, ella en ropa interior y yo en ropa, poco a poco no fue quedando ropa ni interior ni ropa normal entre nosotros. Hicimos el amor como dos recién casados vírgenes en su luna de miel tan esperada, como dos adolescentes experimentando su primera experiencia sexual, ahí pude conocer su ser interior intimo, ahí pude descubrir su parte tan creativa, seductora e inigualable en la cama.  

Después de semejante forma de hacer el amor de los dos nos quedamos en la cama a conversar un poco sobre lo que había pasado.

—¿Por qué lo hicimos? —Me preguntó.
—Porque nos amamos —Le respondí.

Se quedó callada por un momento como si lo que dije fue tan cierto, luego me dijo que me tenía que decir algo muy importante y por su cara supuse que no era muy bueno. Se paró de la cama a vestirse mientras yo la miraba tan sensual y tan bella como la primera vez que la vi en el hospital.

—Sobre lo que tengo que decirte, es que me iré del país con mi hermano. —Me dijo.

Inmediatamente me puse triste, descontento a pesar de tan buen rato que pasé con ella, como si un pedazo de cielo se cayera sobre mí, como si mi reencarnación no se fuera a reencarnar en nadie más.

—¿Por qué no me lo dijiste antes? —Le pregunté con autoridad y tristeza.
—Iba a decírtelo en la fiesta pero te apareciste aquí de la nada y ya sentimos lo que paso. —Me dijo con lágrimas en los ojos.

Decidí no pelear le más, abrazarla y aprovechar  el poco tiempo que tenía junto a ella.

Disfrutamos tanto la fiesta, uno de los últimos días de ella en el país,  me dijo las razones por la cual se iba del país, que  era para cumplir sus sueños de ser una gran diseñadora de modas en NY y vio la oportunidad con su hermano de ir. En su mirada me di cuenta que estaba tan enamorada de mí como yo de ella, me dije a mi mismo que quien era yo para venir a tronchar le el sueño a la mujer que amo. 

Una vez más no pude dormir pensando en ella, en como me haré sin ella aquí y yo sin ahorros ni nada para ir a verla a ese país, mi trabajo no me alcanzaba no más que para comida, gasolina, gastos, y algunos lujos no muy caros. 

Tras unos días que pasaron llegó el día más esperado por ellos y el menos esperado por mí, cogí mi celular y le marqué a Aura. 

—Te llamo para ver si podemos hablar y vernos antes de que te vayas ¿Puedes? —Le pregunté.
—Si, creo que si, tal vez tenga par de horas libres antes de ir al aeropuerto.  

Nos juntamos en el mismo restaurante en donde le confesé que me gustaba, donde esa noche cambió todo. 

—Antes que todo déjame decirte que te amo y estoy profundamente enamorado de ti, si te vas no sé que haré,  sé que de amor nadie se muere pero no se supera tan fácil un amor como el nuestro. —Le dije.
—Si, lo sé es muy complicado, pero entiende, es mi sueño y tú solo eres un allegado a mi vida en el momento más inapropiado, pero a la vez eres un total conocido y el hombre que quiero. —Me comentó.
—Si lo sé, el destino está jugando conmigo como si yo alguna vez hubiese jugado con el. —Le dije medio enojado.
—Tal vez no sea el destino sino Dios, todo es obra de él y él nos hará encontrar, porque él sabe cuanto nos necesitamos el uno al otro en estos momentos. —Me dijo con gestos de consolación—. —Pero entiendo si la vida nos trata bien seguiremos juntos, no importa que tan lejos estemos. —Agregó a las palabras de consolación.

Luego de esa breve charla sobre nosotros se fue a su casa a hacer maletas faltando menos de 3 horas para que pudiera estar en el aeropuerto. 

Me quedé meditando en el restaurante, que por qué a mi me pasaba esto, qué hice me preguntaba a mí mismo. Luego se me ocurrió una idea, fui a casa me cambié y cogí el camino hacia el aeropuerto.

—¿Qué haces aquí? —Me preguntó.
—Vine para que veas lo mucho que me importas, para despedirme de ti y de mi gran amigo. 

Ya se acercaba la hora de ellos ir a migración para abordar el avión hacia la gran ciudad donde se cumplen los sueños, Nueva York. Me despedí de mi amigo con un gran abrazo como si nunca lo volviera a ver, de ella me despedí con la mirada bañada en lágrimas, ella por igual, nos abrazamos como si nunca nos volviéramos a ver también, pero con fe en que algún día lo lograríamos.